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Oculto Pero Invaluable

by Fr. John Muir  |  08/10/2025  |  From the Clergy

Había una joven madre en mi comunidad parroquial que estaba deprimida debido a las dificultades económicas. Rezaba pidiendo ayuda. Una mañana, antes de la misa, dejó sobre el mostrador una bolsa con cierre hermético llena de joyas y monedas antiguas. Sonriendo, explicó que había estado arreglando un viejo armario y había encontrado los objetos escondidos en lo más profundo de las paredes de su casa. Una moneda en particular podía valer hasta 900 000 dólares. El contenido de la bolsa, que antes les era desconocido, se convirtió en su posesión más preciada. Sus planes cambiaron esa semana. Tenían que averiguar cuánto valía.

Esta semana, el Señor nos dice: «Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón» (Lucas 12:34). Nuestras vidas giran en torno a lo que atesoramos. Cuando descubrimos el tesoro que el Padre nos da —el reino de Dios— todo cambia. Puede que no conozcamos su valor exacto, pero reorganizamos nuestras vidas en torno a él. La alegría de este descubrimiento nunca debe estar lejos de nuestras mentes.

A veces pasamos por momentos en los que no podemos encontrar este tesoro. Parece estar escondido. O parece como monedas viejas y sucias y joyas sin valor en una bolsa Ziploc. Pero, ¿qué tan locos estarían mis feligreses si lo tiraran sin saber su valor en efectivo? ¿Cuánto más locos estamos nosotros si centramos nuestros corazones en cualquier tesoro que no sea el de Jesús y su reino? Recuerden, al Padre le complace dárnoslo. Por eso ponemos nuestro corazón allí, incluso cuando está escondido.

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