
XXII Domingo del Tiempo Ordinario
by Fr. John Muir | 08/31/2025 | From the ClergyUna vez me invitaron a una reunión grupal con el papa Francisco. Al entrar en la sala, me detuve y miré los asientos junto a la elegante silla del papa. Alguien se dio cuenta de mi parálisis y me invitó a sentarme en el asiento más alejado de donde yo quería. Ocultando mi decepción, me senté. Esperamos. Para nuestra sorpresa, un asistente señaló que esos asientos seguían vacíos y nos invitó a mí y a otra persona a ocuparlos. Con calma, pero con alegría, cruzamos la sala y nos sentamos. El papa Francisco entró y disfrutamos de dos horas de conversación increíblemente estimulante.
Jesús nos dice esta semana: «Cuando seas invitado, ve y ocupa el último lugar, para que cuando venga el anfitrión te diga: «Amigo, pasa a un lugar más destacado». Entonces disfrutarás de la estima de tus compañeros de mesa» (Lucas 14:10). No se trata de cómo conseguir asientos mejores gratis. Más bien, es un modelo sabio para toda la vida. Es cómo vivir libre de la ansiedad de buscar constantemente estatus y reconocimiento.
Jesús encarna a la perfección su consejo sobre cómo sentarse. Renuncia a su glorioso trono por el más bajo: la muerte en una cruz, esa silla solitaria que todos merecemos. En su resurrección, nos llama a subir más alto, a sus maravillosos asientos en el banquete. Esta semana, tal vez deberíamos buscar oportunidades para elegir el asiento más bajo. Nos llevaremos una agradable sorpresa cuando lo hagamos.
— Padre John Muir
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